A Arbusto de enebro comúnubicado en el norte de Laponia finlandesa, ha conquistado el título de planta más antigua de Europa Gracias a su increíble edad de 1.647 años. Este descubrimiento extraordinario es el resultado de uno Estudio internacional dirigido por Marco CarrerEcologista forestal y maestro de la Universidad de Padua, y publicado en la prestigiosa revista Ecología.
A diferencia de los árboles imponentes que a menudo se asocian con la longevidad, este espécimen de enebro es un arbusto modesto, Solo 10 centímetros de alturapero con una historia milenaria que excede más de 400 años que los de los árboles más antiguos conocidos en Europa.
Enebro común (Juniperus communis), conocido principalmente por su uso en la cocina y en la producción de ginebra, también es el Especies de madera más extendidas en el mundo. Crece en una amplia variedad de entornos, desde el nivel del mar hasta las regiones más extremas, como dunas arenosas o glaciares, lo que demuestra una capacidad extraordinaria para adaptarse a condiciones climáticas opuestas.
Cómo ha aumentado a la edad de enebro
Como explicó Carrer, Juniper es una especie ecléctico y resistente. Se encuentra desde Alaska hasta Etna, desde Japón hasta Escocia. A este registro ahora se agrega el de ser el arbusto más antiguo del mundo. El descubrimiento fue posible gracias aAnálisis de anillos leñososuna técnica que le permite obtener información detallada sobre el cambio climático y el crecimiento de la vegetación con el tiempo.
Angela Luisa Prein, investigadora involucrada en el estudio, especificó que al avanzar hacia las regiones extremas del norte, donde desaparecen los árboles, nos centramos en plantas más pequeñas Como Juniper, que produce anillos similares a los de los árboles.
Determinar la edad del enebro no fue fácil. Cada anillo debe ser de hecho medido con extrema precisión. Las mediciones se comparan con otras muestras de la misma área para obtener un resultado preciso y confiable del método 14 de carbono.
Este descubrimiento también es una oportunidad para comprender mejor los ecosistemas extremos y los desafíos que enfrentan las plantas en un clima de cambio rápido. Monitorear la longevidad y la resiliencia de especies como enebro ofrece valiosas indicaciones para proteger la biodiversidad y prepararse para un futuro cada vez más incierto.