Ley e Industria Nacional de Agua de México

Desde 1992, el uso del agua en México ha sido gobernado por la Ley Nacional del Agua (LAN), un marco establecido durante la administración del presidente Carlos Salinas de Gortari como parte de un programa de liberalización económica. La LAN reemplazó el sistema anterior, que distinguía entre asignaciones, otorgadas a los municipios para uso público, y concesiones, emitidas a corporaciones con fines comerciales.

Una revisión importante del sistema de regulación del agua mexicana en ese momento, la LAN simplificó el proceso para que las entidades corporativas adquieran concesiones de agua, eliminó los límites sobre cuántas concesiones podían tener e instituyó un esquema de pago uniforme para usuarios públicos y privados. También creó la Comisión Nacional del Agua (Conagua), una rama descentralizada del Ministerio Ambiental (Semarnat) como autoridad de gobierno sobre la administración del agua.

Sin embargo, en los años transcurridos desde que la LAN ha enfrentado críticas por favorecer los intereses corporativos a expensas de la sostenibilidad ambiental y las comunidades marginadas. Un estudio de 2023 realizado por el Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO), un grupo de expertos de investigación de políticas públicas, destacó las brechas significativas en la supervisión de las concesiones privadas, lo que condujo a la sobreexplotación de los recursos hídricos.

El informe señaló que el monitoreo deficiente ha permitido la contaminación y los desechos, particularmente en industrias como la agricultura y la minería del ganado, donde el tratamiento inadecuado de aguas residuales tiene agua subterránea contaminada. El estudio también encontró que las inspecciones de Conagua y la Oficina del Fiscal General de Protección Ambiental (ProfEPA) cayeron en un 70% entre 2019 y 2022, en comparación con los ocho años anteriores cuando las inspecciones anuales promediaron más de 8,000 por año.

El impulso de la reforma

Desde su implementación, la LAN ha estado en el centro de numerosos conflictos sobre el acceso al agua. En 2012, el artículo 4 de la Constitución se modificó para reconocer el acceso al agua y al saneamiento como derechos humanos, lo que exige la creación de una nueva ley general de agua para reemplazar la LAN. Sin embargo, más de una década después, esta legislación permanece sin asuntos.

En octubre, el Diputado del Partido de Morena, Xóchitl Zagal Ramírez, presentó un proyecto de ley para establecer la ley general de agua. La propuesta reduciría el término máximo para las concesiones de agua de 30 años a 15 años, requeriría estudios de impacto ambiental para posibles concesionarios y permitirá que Conagua escala los volúmenes de concesiones sobreexplotadas.

Sin embargo, algunos expertos en agua advierten que tales medidas podrían desalentar la inversión extranjera.

Rodríguez sugirió que el gobierno se centre en incentivar la reutilización de aguas residuales en lugar de limitar las concesiones, enfatizando que tal estrategia beneficiaría tanto a las empresas privadas como al público más amplio.

Contribuciones y desafíos industriales

El sector industrial de México representa aproximadamente el 5% del uso del agua del país, en comparación con el 76% para la agricultura y el 14% para el suministro doméstico. A pesar de su participación más pequeña, la industria está sujeta a regulaciones estrictas bajo LAN. Las empresas deben invertir en tecnologías de tratamiento de agua para cumplir con los estándares nacionales e internacionales, como los objetivos de desarrollo sostenible de 2030 de las Naciones Unidas.

Un ejemplo reciente de eficiencia del agua en la industria es la cervecería de Heineken en Chihuahua, que utiliza poco menos de dos litros de agua para producir un litro de cerveza, muy por debajo del promedio global de cuatro litros. Los parques industriales en el norte y centro de México, que albergan a los fabricantes desde aeroespacial hasta agricultura, a menudo construyen sistemas de tratamiento de agua en el sitio para garantizar un suministro confiable.

Sin embargo, algunas regiones enfrentan desafíos agudos de agua. La sobreexplotación de los acuíferos está generalizado; 105 de los 653 acuíferos de México están severamente agotados. En áreas como Baja California, las plantas de desalinización se han convertido en una necesidad para abordar la escasez de agua. Del mismo modo, los estados del norte como Tamaulipas dependen cada vez más de los sistemas de tratamiento de agua aislados para uso industrial, evitando las plantas centralizadas.

Un informe de la Asociación Mexicana de Parques de la Industria Privada (AMPIP) subraya la importancia de estas medidas, señalando que los parques industriales, ubicados principalmente en Monterrey, Tijuana, Querétaro y San Luis Potosí, deben cumplir con los estrictos requisitos de reciclaje de agua.

Sin embargo, los desafíos persisten. Según el Ministerio de Asuntos Exteriores en los Países Bajos, solo el 1% de las aguas residuales de México se recicla, con variaciones regionales en las tasas de tratamiento. Rodríguez enfatizó que el gobierno federal y el sector privado recientemente acordaron devolver más de 2 mil millones de metros cúbicos de agua tratada para su reutilización en industrias que no requieren agua potable, como minería, metalurgia e riego verde.

Contexto histórico y el plan nacional de agua

Bajo la LAN, el agua para su uso en el sector industrial se asigna a través de títulos de concesión que permiten la extracción de ríos, lagos y agua subterránea. María Teresa Gutiérrez, directora de Agua.org.MX, explicó que Conagua evalúa la disponibilidad de agua antes de otorgar permisos. «Si el sitio se encuentra en un acuífero sobreexplotado, la concesión no se otorga», dijo.

Las empresas en sectores de alto uso de agua, como bebidas y metalurgias, se someten a auditorías rigurosas para garantizar el cumplimiento de los requisitos de reciclaje y reutilización. “El servicio público urbano está subsidiado, pero las industrias operan de manera diferente. Deben demostrar estrategias sólidas de gestión del agua para obtener aprobación ”, explicó Rodríguez.

«Una vez que se otorga el permiso, las empresas deben producir un plan de acción (para demostrar su compromiso con la conservación del agua) y las que se encuentran en la industria de los refrescos y la cerveza y el sector metalurgado se auditan de manera más rigurosa, por lo que su plan debe ser más integral». Añadió.

A partir de 2025, las empresas públicas y privadas tienen permiso para extraer 237 mil millones de metros cúbicos de agua por año, según el Registro Público de Derechos del Agua de Conagua.

Un centro de tratamiento de agua industrial

La controversia de las marcas de constelación

Las limitaciones de la LAN fueron destacadas en la cancelación 2020 de un proyecto de cervecería de US $ 1.4 mil millones en Mexicali por las marcas de Constellation con sede en Estados Unidos, productores de las principales marcas de exportación como Cerveza Modelo. El proyecto se detuvo después de un referéndum público, con los residentes citando preocupaciones sobre la escasez de agua.

Los críticos argumentan que la decisión fue motivada políticamente. «La compañía tenía todos los permisos requeridos por LAN», dijo Ramírez. Sin embargo, otros, como Bernardo Villasuso, director de América Latina para Nalco Water Light, defendieron la mudanza, afirmando: «Es lógico que el gobierno garantice que las industrias intensivas en agua se encuentren en áreas con recursos adecuados».

Duncan Wood, CEO del Consejo del Pacífico, destacó cuestiones más amplias, que incluyen el cambio climático, el crecimiento de la población y los acuerdos transfronterizos para compartir el agua, como contribuyentes al estrés hídrico en el norte de México. «Incluso si Constellation Brands invirtió US $ 800 millones, la falta de agua para las comunidades agrícolas amenazó los medios de vida», dijo.

La cervecería Mexicali se desmanteló y el equipo se mudó.

Un estudio de El Colegio de la Frontera Norte encontró inconsistencias en las proyecciones de disponibilidad de agua para el acuífero Mexicali, exacerbando las tensiones entre las partes interesadas locales y el proyecto de la cervecería.

Gobierno y el camino a seguir

A medida que continúan los debates sobre el acceso al agua, Los expertos están de acuerdo en que las reformas de gobernanza son cruciales. Gutiérrez enfatizó la necesidad de un nuevo marco legal que priorice la conservación, la restauración y el uso sostenible del agua. «Los sectores que usan la mayor cantidad de agua a menudo ejercen la mayor influencia, lo que complica los esfuerzos para promulgar el cambio», dijo.

El acuerdo nacional recientemente propuesto para el derecho humano al agua y la sostenibilidad, cuyo objetivo es mejorar el reciclaje del agua y reducir el uso excesivo corporativo, podría ser un paso en la dirección correcta. Sin embargo, las barreras permanecen, con intereses políticos y económicos que desaceleran el progreso.

«La LAN debe evolucionar para equilibrar los derechos humanos, la protección del medio ambiente y las necesidades industriales», dijo Gutiérrez, subrayando la importancia de integrar la tecnología y la política para asegurar el futuro del agua de México.