Un grupo de investigadores de MIT ha desarrollado un dispositivo capaz de recuperar agua del aire en tiempos significativamente reducidos. A diferencia de los sistemas tradicionales de captación de agua atmosférica, que requieren calentamiento prolongado Para liberar la humedad absorbida por los materiales, el nuevo enfoque utiliza vibraciones ultrasónicas para acelerar el proceso.
Cómo funciona la tecnología de ultrasonido
El corazón del dispositivo es un actuador ultrasónicoconsistente en un anillo de cerámica plano que vibra cuando se aplica uno voltaje electricogenerando ondas superiores a los 20.000 hercios, por encima del umbral auditivo humano. Estas vibraciones de alta frecuencia rompen los enlaces moleculares del agua retenidos en el material absorbente, liberando gotas de agua que son conducidas a los contenedores de recolección a través de pequeñas aberturas. Los ingenieros del MIT describen el fenómeno como “movimiento que recuerda una danza invisible entre ondas y moléculas”.
Durante las pruebas de laboratorio, muestras de material del tamaño de una moneda se secaron completamente en cuestión de minutos, mientras que los métodos tradicionales tardan decenas de minutos u horas. La eficiencia resultó 45 veces mayor en comparación con los sistemas basados en calor, lo que garantiza una liberación rápida y constante de agua.
Aplicaciones prácticas y perspectivas para el uso doméstico y comunitario.
El dispositivo requiere un fuente electricapero los investigadores prevén el uso de pequeños paneles solares para funcionamiento autónomo. Esto permitiría ciclos repetidos de absorción y liberación de agua a lo largo del día, aumentando la producción general y haciendo que la tecnología sea particularmente adecuada para zonas áridas o remotas.
Los desarrolladores imaginan un dispositivo del tamaño de una ventana, capaz de capturar la humedad incluso en climas secos y proporcionar agua potable a nivel local sin infraestructuras complejas. Esta innovación podría convertirse en una herramienta esencial tanto para los hogares como para los pequeños asentamientos, abriendo nuevas perspectivas para la gestión sostenible del agua.
Fuentes: Nature Communications / MIT News